Mi foto
Salta, Argentina
Centro Vasco

8/10/09

ARTICULO DE MARCOS DAFFARA

Kixmi o el ocaso de los dioses

Por: Marcos A.Daffara Frehse*

Las leyendas, mitos y personajes del antiguo pueblo pirenaico pueden ayudar a entender una fracción de la mentalidad actual a través del mundo de las representaciones que trataba de explicar el mundo y sus fenómenos, un mundo que desapareció con el Cristianismo pero que no logro remover en su totalidad.
El Kixmi o el ocaso de los dioses es un cuento popular recogido en el País Vasco por el inmortal antropólogo José Miguel de Barandiarán, sin duda la voz más autorizada para guiarnos a través de la mitología vasca.

Un día, hace mucho tiempo, los gentiles se divertían en el collado de Argaintxabaleta, en la sierra de Aralar.
De pronto vieron una nube de gran luminosidad que se acercaba hacia ellos desde el este. Muy asustados, fueron a buscar a un sabio anciano que vivía con ellos y lo condujeron hasta aquel paraje, pidiéndole que les explicara lo que significaba aquella misteriosa luz. Después de observarla detenidamente, el anciano dijo:
-¡Ha nacido el Kixmi y ha llegado el fin de nuestra era! Ya no debo vivir, arrojadme por aquel precipicio.
Los gentiles lo acompañaron hasta el barranco y, en cumplimiento de la voluntad del sabio, lo despeñaron. Luego, viendo que la nube luminosa continuaba acercándose a ellos cada vez más, comenzaron a huir en busca de refugio.
Así fue que, al llegar al vallecito de Arraztaran, todos los gentiles se sepultaron debajo de una gran losa que, desde entonces, es conocida con el nombre de Jentillarri, piedra de los gentiles.
Kixmi, que en su lengua significa mono, era el nombre con que los gentiles llamaban a Cristo.

La introducción del Cristianismo y la posterior desaparición de los mitos gentílicos son los temas principales de la leyenda muy difundida en el País Vasco, de la cual hay muchas versiones, unas dicen que los viejos genios fueron desterrados por las campanas de las ermitas cristianas, otras dicen que los espíritus subterráneos dominadores del mundo antiguo fueron exterminados al ser construidas las iglesias y las ermitas.
Vemos que este cuento está envuelto en una atmósfera melancólica y escrito desde el punto de vista de los perdedores, de los que fueron expulsados del mundo. Y ésta es justamente la atmósfera y éste es justo el ambiente en el que se desarrolla la novela, porque lo que cuenta esta novela es lo mismo que cuenta este cuento de Barandiarán, es decir, la transición hacia el monoteísmo, un tema que se puede analizar desde puntos de vista muy distintos, pero lo que es mas importante, naturalmente, es el punto de vista sentimental.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

José Miguel de Barandiarán (1989) Mitos del Pueblo Vasco, Editorial Txertoa.
José Miguel de Barandiarán (1960) Mitologia Vasca, Editorial Minotauro.
José Miguel de Barandiarán (2009) Mitologia Vasca, Reedicion de Julio Caro Baroja, Editorial Euskalduna.
*Marcos Daffara, es integrante del CV GURE ETXEA, forma parte de la Com.Direct. y en un avanzado alumno de Euskera -lengua vasca-

No hay comentarios:

Publicar un comentario